Justo Solsona, Jaime Grinberg, José Ignacio Miguens, Martín Fourcade y Alberto Varas
¿Cómo ve la arquitectura? ¿Cuál es el rol del arquitecto en la sociedad actual? ¿Cómo puede contribuir al desarrollo equilibrado de nuestra ciudad? ¿Cuál es el futuro de las grandes metrópolis? Justo Solsona, Daniel Silberfaden, Jaime Grinberg, José Ignacio Miguens, Alberto Varas y Martín Fourcade responden a estos interrogantes, y, además, comparten sus lugares preferidos de Buenos Aires.
JUSTO SOLSONA
Socio fundador del estudio M/SG/S/S/S. Director de la Maestría de Diseño Arquitectónico Avanzado de la FADU-UBA. Profesor consulto del Taller de Diseño I a V
1.- Dado que festejamos el día del arquitecto debiera decir que a la arquitectura la veo bien, pero en un momento de confusión de los arquitectos; o será tal vez, los efectos de la pubertad frente al crecimiento de los edificios y las ciudades: demasiados esfuerzos para llamar la atención en piezas individuales y poca atención en conformar lo urbano.
2.- El arquitecto, como siempre, es uno de los intérpretes de la dinámica de transformación de la sociedad y sus ciudades; hoy quizás esto se ha complejizado, pero siempre para bien; y hay que poder dar respuesta a esas demandas que permiten los cambios.
3.- Uno podría preguntarse si hay o no tal desarrollo equilibrado; o si el arquitecto debe ayudar a que los desequilibrios producidos por las continuas mutaciones tiendan a equilibrarse, proponiendo intervenir en distintas zonas de la ciudad, participando con su perspectiva en la construcción de acuerdos y c
onsensos para mejorar las ciudades, que es equivalente a mejorar la calidad de vida de la gente.
4.- Seguir creciendo; pero dentro de sus propios límites: reforzando, transformando y sumando nuevas áreas dentro de su perímetro; no extendiéndose como una mancha amorfa sin márgenes que alejan al ser urbano de la vida social.
ALBERTO VARAS
Titular del Estudio Alberto Varas & Asociados. Profesor de Arquitectura y Proyecto Urbano, y profesor del Programa de Doctorado, de la FADU-UBA
1.- La arquitectura ha entrado en el corazón de los procesos de transformación que vive el mundo contemporáneo y se la requiere como un instrumento de esos cambios.
En nuestro país falta entender la naturaleza de estos procesos y no porque no exista la capacidad profesional para hacerlo sino porque todavía no se comprende, cultural e instrumentalmente, el rol que tienen la arquitectura y el urbanismo en la transformación del la calidad de vida de la sociedad ni cuales son sus condicionantes actuales: infraestructuras, energía, servicios, recreación, naturaleza y sociedad del conocimiento, los grandes temas de los próximos años que influirán en la forma de nuestras ciudades
2.- El arquitecto es un mediador. No puede resolver las cuestiones por sí solo con sus conocimientos profesionales, pero puede contribuir a que se comprendan los problemas desde un ángulo distinto del de las otras profesiones. En una sociedad compleja y cambiante como la actual, del arquitecto se requiere una gran flexibilidad para entender la variedad de problemas que tiene que resolver y una capacidad estratégica para hacerlo en el marco de las posibilidades y limitaciones que debe enfrentar.
3.- Es indispensable que la formación del arquitecto incluya un conocimiento profundo sobre los problemas y los instrumentos para resolver los temas urbanos.
Aunque solo actúe en el proyecto de edificios debe conocer la responsabilidad y las posibilidades que implican la colocación de cada pieza arquitectónica en la ciudad
4.- Es sabido que las ciudades son el reflejo de las sociedades que las crean. No son sólo responsabilidad de arquitectos, aunque tengamos en ellas un rol importante. Brasilia no hubiera existido sin la visión política del entonces presidente Juscelino Kubitschek, pero tampoco sería lo mismo si no hubieran existido sus creadores, Lucio Costa y Oscar Niemeyer.
DANIEL SILBERFADEN
Presidente de la SCA, consejero por graduados de la FADU-UBA, profesor de arquitectura en universidades norteamericanas y europeas, creador de la Facultad de Arquitectura de la UP y de la revista Arquis
1.- La Arquitectura hoy ha sustituido a otras artes como vanguardia de la cultura urbana. Un arte obligado, masivo y gratuito. Al margen de la tradición dentro de la Arquitectura de un trabajo bien hecho, se le exige hoy innovación, actualización y significación. La Arquitectura es ante todo un aporte que enriquece a los ciudadanos, mejora nuestra vida y está destinada desde su origen a construir un mundo mejor. Ahí nuestra importancia, ahí nuestra responsabilidad.
2.- Las ciudades avanzan con independencia de lo que piensan los arquitectos. Desde nuestros lugares, (facultades, despachos y organizaciones), observamos como espectadores un desarrollo de nuestras ciudades basado en la especulación, las reglas del mercado y el oportunismo de políticas coyunturales. A los arquitectos nos queda trabajar con máxima rigurosidad, tomar conciencia de nuestro rol como individuos y ayudar como colectivo a hacer una ciudad más amable y con máxima calidad de vida posible.
3.- Nuestros conocimientos y práctica permanente, deben ser aportes positivos al desarrollo de una ciudad mas equilibrada, democrática y sustentable. Fortalecer nuestra organización para contribuir desde la red de la Arquitectura a las voces racionales y docentes que intentan construir una mejor ciudad, la Arquitectura Argentina a realizado aportes importantísimos a nuestras Ciudades, entre ellos la generación de concursos para edificios y espacios públicos, las investigaciones desde las Facultades de Arquitectura y Urbanismo o los edificios privados y públicos que a través del tiempo han aportado de manera singular arquitectos argentinos y que hoy son Patrimonio ciudadano.
4.- Las grandes ciudades deben recuperar su capacidad de generar un hábitat adecuado a la evolución del hombre. El rol original de la ciudad se ha perdido, la gente comenzó a huir de ella, angustiada por la pérdida de la calidad de vida, de lugares para el encuentro y la comunicación entre las personas y pérdida de identidad, el encarecimiento de los servicios, el incremento de la inseguridad, la falta de perspectivas de vida y de desarrollo individual. Han desaparecido los niños y los ancianos de las calles, se percibe la ausencia del cuidado público entre ciudadanos. El aumento de la densidad no debe estar contrapuesto a espacios de calidad colectivos o individuales.
JOSÉ IGNACIO MIGUENS
Es Arquitecto presidente del CPAU en el periodo 1996-1998. Dirigió el periodico de la institución desde el año 1994-2006. Director de la Camara de Posgrado Tecnología y Producción de la Arquitectura en los años1999-2002, integra actualmente el colegio de Jurados y asesores de la SCA. Presidente del CPAU (1996-1998). Integra actualmente el Colegio de Jurados y Asesores de la SCA
Para la obra pública deberíamos explicar, transmitir y comunicar a la sociedad las ventajas de este sistema de absoluta transparencia que son los concursos, y que permite obtener resultados de gran calidad, ya que participan equipos que proponen alternativas y propuestas distintas, y donde finalmente un jurado idóneo, constituido por referentes profesionales y representantes del comitente de las obras, elige el mejor proyecto, que es el que mejor interpreta y resuelve las bases del concurso. De esta manera, la ciudad tendría obras únicas, de gran interés y calidad, y que contribuirían a renovarla con propuestas contemporáneas.
El ex Palacio de Correos, que será transformado en un gran Centro Cultural para el Bicentenario fue el motivo de un reciente concurso internacional donde participaron varios equipos del exterior y donde el jurado local contó con la participación del arquitecto español Ramón Sanabria.
Institucionalizar esta práctica nos asegurará que nuestra ciudad se renovará y actualizará permanentemente, enriqueciendo el entorno construido y asegurándonos un futuro sustentable.
JAIME GRINBERG
Profesor titular y asociado de la FADU-UBA, socio del estudio Grinberg-Dwek-Iglesias, Director del Banco Hipotecario, Premio a la Joven Generación de la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires
1.- La arquitectura está atravesando un momento de alta producción y baja reflexión. Si bien desde el punto de vista tecnológico los avances son grandes, no existe el tiempo y la voluntad necesarias para reflexionar sobre los modos de habitar, de trabajar y de esparcimiento. La arquitectura debe volver a pensar en el hombre nuevo, como lo fue en los albores del movimiento moderno.
2.- El rol del arquitecto debe asumir la responsabilidad que tienen los edificios para sus habitantes y sus vecinos. En este sentido, la formación universitaria debe tender a la excelencia que garantice el mejoramiento de nuestro hábitat. Asimismo, las obras tienen que educar a las futuras generaciones a partir de demostrar un creativo uso del espacio interior y exterior, así como una relación armoniosa con la tecnología.
3.- El desarrollo equilibrado de Buenos Aires se basa en que nuestros proyectos arquitectónicos y urbanos respeten por un lado la tradición en la que estamos inmersos, y por el otro produzcan las innovaciones necesarias que hablen de una arquitectura de nuestra época. Como ejemplo, el Corredor Verde del Oeste y el Polo Educativo Saavedra dialogan con la ciudad existente a partir de propuestas innovadoras que integran arquitectura, paisaje y ciudad.
4.- Las grandes ciudades plantean el dilema de la ciudad real versus la ciudad ideal. Mientras nosotros hacemos planes y estrategias, las ciudades van creciendo a un ritmo vertiginoso que no espera. Es necesario que generemos un planeamiento real, práctico, inteligente, con menos trabas y más creatividad, que prevea un crecimiento armonioso, que integre a la sociedad, que mejore los barrios, que entienda en síntesis que el planeamiento debe operar sobre la forma urbana y debe ser pensado por los mejores arquitectos.
MARTÍN FOURCADE
Socio fundador del estudio AFT. Autores del Malba, Bodegas Navarro Correas y Edificio Grand Bourg
1.- Creo que el buen momento de la demanda profesional, de la mano del auge de la construcción, no debe con su vértigo impedirnos reflexionar. Hoy la arquitectura argentina parece no avanzar en líneas de pensamiento. Parece que en la tradición moderna de nuestra formación seguimos embanderados o esperando una nueva religión, como si no se pudiera vivir sin paradigmas. El nuestro es un tiempo básicamente plural; y desde este lugar trabajamos en encontrar discursos que nos reflejen y que nos proyecten, respondiendo con atención a las condiciones contextuales y particulares de cada proyecto. Debemos en algún momento reconocernos en tiempo y espacio para integrarnos, y que nuestro discurso arquitectónico no se disocie de la realidad. Hoy quizás el camino pase por construir una verdadera cultura del disenso, donde todas las expresiones merezcan consideración, y dejar de lado aquellas posturas anacrónicamente elevadas que nos impiden escuchar otras voces.
2.- El rol del arquitecto como profesional integrado a un contexto social, cultural y económico sigue estando, a mi entender, devaluado en nuestro país. Siguen existiendo disociaciones estructurales que arrastran desfases en cascada. Por nombrar algunas, desvalorización del aporte profesional distintivo: en un rincón, el arquitecto recién egresado con veleidades de una estrella como Zaha Hadid; en el otro rincón, el cliente, motor de nuestra acción profesional del cual nadie habla en las facultades, con sus necesidades básicas por atender. El cliente como receptor de nuestra acción "cultural". El arquitecto como intérprete de la cultura de su lugar, su tiempo… y su cliente. La sociedad receptora e interprete de nuestro discurso arquitectonico. etc. Me parece, en una visión “sustentable”, que seguimos desperdiciando mucha energía con estos descalces.
3 y 4.- Las pulsiones de mercado de la mano de las ondulaciones históricas de nuestro país y las condiciones de trabajo tan fulminantemente cambiantes no componen un buen mix para un crecimiento equilibrado de las ciudades. También es necesario incorporar pragmáticamente la realidad del impulso privado, comercial y empresarial en las dinámicas urbanas y reforzar esta conciencia en los organismos públicos, para que el estado sea actuante, pero en un escenario real y no teórico. Hay teorías dudosas como esa de que las ciudades crecen hacia el norte (independientemente del hemisferio en el que están) y mueren desde el sur. Lo que sí sabemos es que las ciudades viven y mutan. Y que donde hay una historia ya hueca, es preferible que florezca una nueva. Personalmente, no percibo el auge de torres y edificios en altura en barrios como Palermo Hollywood como perturbador de la calidad o el carácter del barrio. Creo que la condición vital de las ciudades implica aceptar nuevas formas de vida, estiramientos, desgarros y alguna eventual nostalgia. Necesitamos planificación pero los modelos (de país, de ciudad), los nortes planeados y las políticas no coyunturales parecen estar lejos de las mecánicas de nuestros gobernantes.
Mi lugar o edificio preferido"De Buenos Aires, el Kavanagh, porque en el pasar del tiempo mantiene una austeridad formal que es un ejemplo de buena arquitectura" (Justo Solsona)
"La avenida 9 de Julio es un espacio público de gran intensidad urbana; me gustan las grandes estructuras espaciales que se forman en las ciudades" (Alberto Varas)
"El Centro Cultural San Martín resuelve muy bien sus frentes sobre Corrientes y Sarmiento, y su relación entre ciudad y espacio interior" (José I. Miguens)
"La zona de la Biblioteca Nacional, que corre entre Las Heras y Libertador, me gusta la diversidad del sitio, los cambios de escala, la diferencia de altura entre las dos avenidas, la apertura de la trama y la vista elevada hacia la zona de puertos y la parrilla ferroviaria que sale desde retiro; me gusta la variedad de árboles, la implantación de la biblioteca, es el fin de la pantalla construida de Libertador que se inicia en el Monumento de los Españoles, y que luego se continúa a partir del Palais de Glace, ese vacío, con Parques, Monumentos, Biblioteca, elevaciones topográficas" (Daniel Silberfaden)
"La plaza Guadalupe, en Salguero y bulevar Charcas, en Palermo, con la iglesia, la arboleda, bares y veredas amplias tiene el espíritu de barrio, sin perder la escala de la gran metrópoli" (Jaime Grinberg)
"Me gustan los lugares vivos en general, que sean apropiables peatonalmente. El Planetario y el entorno de los bosques de Palermo parecen una escenografía que me remiten a la novela El sueño de los Héroes, de Adolfo Bioy Casares" (Martín Fourcade)
PARA OPINAR
- ¿Cómo ve la arquitectura?
- ¿Cuál es el rol del arquitecto en la sociedad actual?
- ¿Cuál es el futuro de las grandes ciudades?
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